¿Cuántos de nosotros hemos escuchado las canciones de Moncho y le hemos tenido presente en nuestra vida? Conocemos su voz, sus orígenes y su carrera profesional. En este artículo conocerás la cara íntima de Moncho:
El 3 de abril de 2005 a las 7h de la mañana Carolina abrió sus ojos y se encontró en la habitación azul y amarillo, al estilo Fernando Alonso, que su abuelo le había montado en su casa. A Carolina le encantaba pasar los días allí, dónde el amor de su abuelo llenaba su vida y, sobre todo, su corazón.
Cuando se levantó, vio a su abuelo esperándola para ir a desayunar a la Brasa de Llavaneras, el pueblo dónde vivía su abuelo. Siempre la recibía dándole los buenos días con aquella sonrisa que radiaba toda la habitación. ¿Cómo podía estar tan a gusto allí?
Antes de ir a desayunar Carolina ayudaba a su abuelo a afeitarse. Esperaba tranquila mirando como su abuelo rasuraba todo el pelo de su rostro y, en el momento de poner el aftershafe de un brinco Carolina se subía a la taza del lavabo, se ponía la loción en las manos y se la aplicaba a su abuelo en la cara. ¡Ya estaban listos para ir a desayunar y luego a pasear por la playa!
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Cumplidos que no le gustaban a Moncho
Carolina tenía un hermano y ambos habían sacado la genética de su padre, noruegos de los pies a cabeza. Los dos eran altos para su edad, tenían la tez muy blanca y el pelo rubio platino. Además, sus ojos azules le ponían la guinda a esa belleza noruega que tenían.
Sin embargo, Moncho era de etnia gitana, moreno dónde los hubiera. Su pelo negro, sus ojos oscuros y su tez morena no dejaban lugar a dudas cuál era su origen.
Todos los fines de semana que estaban en casa de su abuelo, Carolina y su hermano salían a pasear por la playa con él. La playa de Llavaneres, dónde vivían, tenía un amplio paseo y allí la gente solía ir en bicicleta, a correr, a caminar, etc.
Mientras ellos paseaban por el paseo de la playa, la gente lo paraba y admiraban cuánto se parecían sus nietos a él. Su abuelo seguía la veda pero, en cuanto la conversación terminaba y seguían con su camino, refunfuñaba cabreado «¿cómo pueden decir que nos parecemos tanto si es evidente que no es así?». A Carolina la situación le parecía muy cómica y siempre se reía.
¿Cómo fue la vida familiar de Moncho?
La vida íntima de Moncho fue una vida difícil, en la que los problemas de salud de sus familiares cercanos siempre estuvieron presentes. «Recuerdo a mi abuelo con 65 años sostener en brazos a mi abuela malita de parkinson haciendo todo lo que hacía falta para que ella estuviera bien».
Así es la cara íntima de Moncho, un hombre, marido, padre y abuelo entregado totalmente a su familia. No permitió que los escenarios lo separaran demasiado de los suyos. Cantaba porque la música y la canción eran algo intrínseco de él y su forma de vida, no su profesión ni todavía menos su sustento de vida.
En otras palabras, supo compaginar sus viajes y sus actuaciones con su vida familiar, dándole primero a los suyos lo que necesitaban. Si alguna vez tenía una actuación pero se debía cancelar por algún tema familiar, la posponía para ocuparse de lo verdaderamente importante para él: su mujer, sus hijos y sus nietos.
«Era una persona ejemplar, mi abuelo me ha guiado y lo ha demostrado toda su vida».
Llegaron sus problemas de salud
Moncho fue una persona muy fuerte, alegre y optimista. Parecía que tenía una salud de hierro y que podía con todo en esta vida. Pero, cinco años antes de su fallecimiento, Moncho contrajo una infección que le afectó la boca y la garganta.
Esta infección le afectó a las cuerdas vocales, dejándoselas muy dañadas. Por ejemplo, una de las cuerdas vocales se quedó con muy poquito movimiento, impidiéndole cantar como antes.
Estuvo dos meses ingresado en la Dexeus de Barcelona. El primer mes lo pasó entero en la UCI y en el segundo ya lo pasaron a planta. Moncho adelgazó 16 kilos en ese tiempo y aquí empezó su declive en pleno auge de su carrera.
Desde 2015 Moncho estaba en auge, estaba siendo su resurgir, cuando más estaba brillando como cantante y su voz estaba madurando. Había tomado alianzas con Tamara y estaban organizando una gira para cantar juntos, incluso ya habían hecho mucha promoción.
Y justo en ese momento fue cuando tuvo que anular la gira truncándose todos sus sueños.
Los últimos cinco años de vida de Moncho
A raíz de esta infección, Moncho cayó en una depresión emocional interior. Además, no la quiso mostrar, prefirió salir adelante, con la fuerza que él siempre había tenido. El optimismo era su gran virtud y esta vez no sería menos.
Pero poco a poco, se fue hundiendo más. Así que se mudó a Mataró, a casa de su primo hermano Joanet, que lo animaba cada día haciendo lo que más amaba en este mundo: música.
Este fue el primer momento en su vida en el que Moncho priorizó su salud, se distanció por necesidad de su familia y asumió que su canto se apagaba.
En Mataró vivió una vida normal, de jubilado, yendo a jugar al dominó y dando largos paseos por la playa del mar que tanto amaba. Todo esto le dio vidilla y consiguió superar su depresión.
Así que con una sola cuerda vocal en funcionamiento, Moncho grabó parte de su último disco «Mis queridos boleros». Algunas de las canciones ya las tenía grabadas antes de la infección bucal y le enseñaba a su nieta Carolina la diferencia entre las canciones que grabó con las dos cuerdas sanas y solamente una cuerda en funcionamiento. Para la primera su voz era más potente y en la segunda su voz se oía más débil.
Dos años antes de fallecer Carolina fue a vivir con su amado abuelo. Con el qué ya tenía y tuvo muchísima conexión durante todo ese periodo de convivencia juntos.
Su último año de vida
En ese último año, Moncho empezó a enfermar y fue ahí cuando él notó que era el fin de algo. Por sorpresa de todos, cayó muy enfermo y cada día que pasaba notaba que no estaba bien.
En agosto de 2017 ingresan a Moncho y en ese momento decide dejar de fumar, algo que le costó mucho hacer pero que él sabía que le estaba haciendo mucho daño. Aunque salió rápido de ese ingreso en el hospital los siguientes meses sus idas y venidas al hospital y a los ingresos fueron recurrentes.
Durante los meses de octubre y noviembre de 2017 Moncho estuvo muy mal, su salud no hizo más que empeorar. Y durante las navidades de 2017 lo ingresaron, por última vez en el hospital. Tras despedirse de su abuelo, Moncho se fue rodeado de los suyos el 27 de diciembre de 2017. Como él siempre había augurado, falleció con 78 años a la misma edad que su padre.
El 31 de diciembre lanzaron sus cenizas al mar, en la playa «Les gegantes de Mataró», en el mar Mediterráneo, el mar que le vio nacer, vivir, soñar y morir.
Con motivo de su retirada de los escenarios, el 15 de enero de 2018, se hizo un homenaje a Moncho. La organización se hizo pensando que él asistiera al evento, pero su partida no impidió hacerle su merecida veneración como el rey del Bolero que siempre fue.
Mañana, día 27 de diciembre de 2020 hará 3 años de su temprana partida. Con este artículo he querido hacer algo bonito en su recuerdo, tanto por él como por Carolina, su nieta querida que tanto se hace querer.
Moncho tu música y sobre todo tú, estarás siempre en nuestro corazón <3
El gitano de los Boleros o el Rey de los boleros tambien llamado. Un músico excepcional con una voz mas que dulce y melodiosa. Muchos hemos bailado pegados y/o emocionado con
su personal voz. Músico de trayectoria reconocida y acompañado de los mejores músicos de Catalunya como «Kitflus», Antoni-Olaf Sabater, Ricard Miralles y Francesc Burrull .
Este escrito «íntimo o personal» para recordar su ausencia como abuelo y como cantante con una voz reconocible e indudablemente única.