¿Es fácil aprender música?

Nos encanta la música, escucharla, sentirla y bailarla. A muchos de nosotros, cuando nos explican los conceptos básicos de la música, nos es fácil entenderlos. Conceptos como, por ejemplo, el pentagrama, la clave de Sol, la clave de Fa, las notas que hay en cada línea del pentagrama, los tempos de la música (2/4, 3/4, 4/4…). Esto nos lleva a pensar que es fácil aprender música.

Sin embargo, la música es difícil cuando entramos en cosas de procesos musicales. Como por ejemplo, grados, tonalidades, transporte, escalas, modos…

¿Recuerdas cómo aprendiste a estudiar?

En la escuela nos enseñaron a memorizarlo todo. ¿Recuerdas que debías memorizar los ríos, las comarcas, la historia, etc? Llegaba el día del examen, lo vomitabas todo en el papel y ahí quedaba escrito para los restos de los tiempos.

Por suerte, a medida que creces, lo recuerdas y algo se retiene en tu cabeza.

Pero, el sistema escolar en el que me leo un libro, lo estudio y lo escribo en un examen, funciona para muchas materias. Sin embargo, en música deja de funcionar.

Esto es lo más básico y lo que más cuesta entender. Tenemos que hacer el proceso inverso: desaprender lo aprendido.

¿Nos han enseñado mal en la escuela?

Desde mi punto de vista, para nada. Para todo lo que son conceptos teóricos está bien. Por ejemplo, hay carreras universitarias que necesitan que se memoricen muchos conceptos.

Veamos un par de ejemplos:

• La carrera de química: hay muchas cosas que se tienen que saber antes de empezar con los ensayos. En ese caso, está bien hacerlo así.
• La carrera de derecho: Los letrados deben tenerlo todo en la cabeza. Por eso, tienen que aprender las leyes de memoria.

Con esto quiero evidenciar que hay carreras enfocadas a la forma de aprender del colegio y está bien.

¿Cómo se aprende la música?

Como estas viendo en este artículo, hay otras carreras, como la música, en las que debemos saber algo teórico pero la gran mayoría de conceptos a aprender los tenemos en la práctica y escuchando.

La parte teórica de la música es fácil de aprender. Pero, cuando estamos escuchando un tema, debemos detectar varias cosas. Por ejemplo, los grados, la dificultad de la armonía y el grado de densidad de las melodías.

Para detectar todo esto usamos otros mecanismos prácticos que nos dan el crédito necesario para entender qué se está produciendo al escuchar un tema.

En otras palabras, la música es un proceso en el que es insuficiente solamente saber la teoría. Para saber hacer todo y analizar temas, siempre, implica una escucha activa.

¿En qué nos fijamos al escuchar música?

Por lo general, lo más común que hacemos todos la primera vez que escuchamos un tema es un análisis estético. Un análisis estético musical es simplemente decir si un tema te gusta o no te gusta.

A medida que vamos aprendiendo más música, hacemos un análisis musical riguroso. Es decir, un análisis más profesional. Con una visión más profunda de las canciones y todo lo que se va haciendo en ellas. Como por ejemplo, tempos, grados, dominantes secundarias, contrapuntos, estructura y forma del tema y un largo etcétera.

Aunque esto puede resultar sencillo, lamento decirte que es lo contrario. En música usamos un sentido poco desarrollado en la mayoría de nosotros, «el oído». El oído nos presenta muchas dificultades en el momento de detectar sonidos y cambios en ellos. Por ello decimos que el oído es el sentido menos desarrollado que tenemos.

Pero, ¿hasta que punto es cierto que el oído es nuestro sentido menos desarrollado? Te lo explico en este post: pulsa aquí para leerlo.